El Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis de Salamanca ha sido reconocido con el Premio Castilla y León de las Artes, en su edición correspondiente a 2023. El jurado ha valorado, por unanimidad, su defensa de las artes decorativas, una parcela del patrimonio cultural de Castilla y León tan relevante como poco reconocida, así como la implicación decisiva del museo en la vida cultural de la capital salmantina y de toda la comunidad.
El jurado, también, ha puesto en valor la implicación decisiva del museo en la vida cultural de la ciudad de Salamanca así como de Castilla y León, sin olvidar su atractivo para el público, como lo demuestran sus casi 160.000 visitantes en 2023.
Finalmente, se considera por el jurado que, tanto el continente de la propia Casa Lis como el rico contenido museístico que ofrece, constituyen una propuesta que, en su conjunto, podría definirse como un auténtico homenaje a la estética.
El Premio Castilla y León de las Artes tiene por objeto distinguir a aquellas personas o entidades que, con su creación en las artes plásticas, música, o cinematografía, o su labor en la protección o conservación del patrimonio cultural de la comunidad, hayan contribuido de manera destacada al enriquecimiento, defensa y puesta en valor del patrimonio artístico y cultural de Castilla y León.
Los Premios Castilla y León, convocados anualmente desde 1984, tienen la finalidad de reconocer la labor de aquellas personas, grupos o entidades que contribuyan a la exaltación de los valores de la Comunidad castellana y leonesa, o que, realizada por castellanos y leoneses, dentro o fuera del ámbito territorial de la Comunidad, suponga una aportación destacada al saber universal. Estos Premios cuentan con otras seis modalidades además del Premio de las Artes: de Investigación Científica y Técnica e Innovación; de las Letras; de las Ciencias Sociales y Humanidades; del Deporte; de los Valores Humanos y Sociales; y de Tauromaquia.
El jurado ha valorado, por unanimidad, su defensa de las artes decorativas, una parcela del patrimonio cultural de Castilla y León tan relevante como poco reconocida, así como la implicación decisiva del museo en la vida cultural, no sólo de la capital salmantina, sino también de toda la comunidad
El jurado, cuyo nombramiento se realiza por Castilla y León, a través de su consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, entre personas de reconocido prestigio en el ámbito de las artes y el patrimonio cultural, ha estado integrado en esta edición por Luis Moro, artista visual, galardonado con el Premio Castilla y León de las Artes 2022; Alejandro Nicolás Sarmiento Carrión, director general del Palacio de Congresos y Auditorio Fórum Evolución Burgos-Promueve; José Enrique Martín Lozano, secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre (entidad que obtuvo este mismo premio en 1992); Carlos Aganzo, escritor y periodista, exdirector de El Norte de Castilla; Marta Herrero de la Fuente, catedrática de Paleografía y Diplomática de la Universidad de Valladolid, y Jesús Ignacio Sanz Valdivieso, que ha ejercido las funciones de secretario.
Algunos datos sobre el El Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis de Salamanca
La Casa Lis es un palacete urbano enclavado sobre la antigua muralla de la ciudad de Salamanca, mandado construir por D. Miguel de Lis (1855-1909). El encargado de llevar a cabo este proyecto fue Joaquín de Vargas y Aguirre (1857- 1935), natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), que desembarcó en Salamanca para ocupar la plaza de arquitecto provincial.
Miguel de Lis era propietario de una fábrica de curtidos que había heredado de su padre y que adaptó a los nuevos sistemas de producción en la última década del siglo XIX. Este próspero negocio le facilitó una desahogada posición económica, de modo que Miguel de Lis es, en la época en que construye su nuevo palacio urbano, uno de los 100 mayores contribuyentes de Salamanca. Definido como una persona hábil para los negocios y trabajador infatigable, su carácter “moderno” se puede apreciar en la concepción de su nueva vivienda.
Las características del solar sobre el que se edificó la Casa Lis (irregular, enclavado sobre una muralla y con un fuerte desnivel en su lado sur) hubiesen podido ser limitaciones en un primer momento, si bien son resueltas por Joaquín de Vargas de forma magistral.
Vargas organiza toda la vivienda en torno a un patio interior que sirve para distribuir las estancias y diseña una fachada construida con hierro y vidrio siguiendo los preceptos de la arquitectura industrial. Para salvar el desnivel existente hasta llegar al actual paseo del Rector Esperabé, idea una escalera que permite crear unas terrazas ajardinadas y una gruta cubierta de rocalla que aligera el conjunto. El resultado es uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial empleada para uso residencial, único por su espectacularidad y por la audacia arquitectónica con que Vargas fue capaz de resolver los condicionantes del proyecto.
Pero la Casa Lis reserva una sorpresa más: su fachada norte es uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista que podemos encontrar en Salamanca. Construida en piedra y ladrillo, destaca su puerta de acceso y el movimiento orgánico de las verjas de hierro de una deliciosa delicadeza Art Nouveau.
La construcción de la Casa Lis debió de ser rápida. En 1905, se reconstruye la fachada norte y en 1906 se inaugura la vivienda. En el interior, la casa contaba con habitaciones para el verano y para el invierno; las primeras en la planta baja y las segundas, en el principal. Entre otras dependencias contaba con despacho, comedores, oratorio, sala de baños con agua fría y caliente, varios salones e invernadero. La vivienda se iluminaba con luz eléctrica y la decoración era de gusto modernista con vidrieras artísticas en la galería del patio, las puertas y la claraboya de la escalera principal.
La casa-palacio cambió de propietarios en 1917, cuando Enrique Esperabé de Arteaga (1869-1966), futuro rector de la Universidad de Salamanca, se muda aquí junto a su familia. Después, la Casa Lis fue habitada por diversos inquilinos hasta que en los años setenta, cerrada y sin uso, comienza un periodo de decadencia y degradación.
Así, aunque la Casa Lis vivió una época de esplendor, también fue víctima de un periodo de abandono que a punto estuvo de hacerla desaparecer. En 1981, el Ayuntamiento de Salamanca, consciente del valor del inmueble, inició un expediente de expropiación que logró salvarla de la ruina.
Actualmente, el edificio es la sede del Museo Art Nouveau y Art Déco y en sus salones y dependencias se exhibe una parte de los fondos donados por Manuel Ramos Andrade (1944-1998), anticuario y coleccionista que vio cómo en 1995 la Casa Lis, con un recuperado esplendor, abría de nuevo sus puertas, ésta vez para exponer sus colecciones únicas en España.
En la actualidad, una gran vidriera emplomada, realizada por el taller Villaplana siguiendo diseños de Manuel Ramos Andrade, cubre el patio central. Las claraboyas y cerramientos elaborados en el mismo taller han recuperado las vidrieras artísticas que ya engalanaban la vivienda de Miguel de Lis en 1906 y la fachada sur, de un delicioso cromatismo, se ha convertido en una de las imágenes más representativas de Salamanca.
El Museo Art Nouveau y Art Déco es en esencia un museo de artes decorativas que propone un recorrido temporal que abarca desde las últimas décadas del siglo XIX hasta la II Guerra Mundial. Este periodo de poco más de sesenta años es sin duda uno de los más fecundos de las artes aplicadas. El grueso de las obras que se pueden ver en el museo son objetos utilitarios concebidos bajo unos cuidados criterios estéticos. Esta dualidad, que los hace muy interesantes como documento de una época y de una manera de vivir, hace que muchos de ellos no hayan llegado hasta nuestros días ya que su uso ha hecho que no hayan perdurado en el tiempo.
A lo largo del siglo XIX las artes decorativas quedaron ancladas en el pasado con una repetición sistemática de modelos y con unos acabados cada vez de peor calidad por la ausencia del carácter artesanal. La máquina había impuesto unos sistemas de producción que primaban la cantidad sobre la calidad. Esta situación generó una reacción, los artistas del Arts & Crafts buscaron nuevos modelos de expresión y formas de creatividad, abogaron por la equiparación de las artes decorativas y las bellas artes prestando una especial atención a la calidad del detalle y a los acabados exquisitos. Esa inquietud estética fue el germen de un nuevo estilo, el Art Nouveau
A través de sus 196 colecciones el recorrido por sus salas muestra al visitante la producción de los talleres europeos de artes decorativas de los periodos Nouveau y Déco. Joyas de Masriera o Faberge, vidrios iridiscentes de los talleres Loetz, Kralik, Pallme König o de la escuela de Nancy con piezas de Émile Gallé, los Hermanos Daum o Paul Nicolas. Muebles de Homar, Majorelle, Busquets. Porcelanas de Rosenthal, Royal Copenhagen, Mariano Benlliure, Gustave Guetant o Zuloaga. Los fondos que atesora la Casa Lis muestran la trayectoria de autores tan importantes como Émile Gallé con sus vidrios de capas superpuestas y sus exquisitos muebles o la evolución de Rene Lalique que partiendo de la joyería Art Nouveau orienta su creatividad al diseño del vidrio en las décadas posteriores.
Destaca la colección de muñecas de porcelana francesas del s. XIX, que ha sido definida por los expertos como la mejor colección expuesta al público a nivel mundial, o la muestra de criselefantinas de Demetre Chiparus o Ferdinand Preiss, pequeñas esculturas que combinan el metal para las vestimentas y el marfil para las partes desnudas del cuerpo como la cara o las manos y que se han convertido en icono del Art Déco.
El art nouveau
El arte japonés supuso una fuerte influencia en los artistas del momento, su composición, su manera de plasmar la naturaleza, la luminosidad de los colores y la expresividad de los contornos estimularon a un gran número de artistas.
Además, en las artes decorativas japonesas, el valor que se le concede al objeto y a su técnica fue muy en consonancia con la batalla del Arts and Crafts Movement por romper las barreras existentes entre las Bellas Artes y las Artes Decorativas, consideradas un arte inferior.
Todos los centros de creación plasmaron en su producción su particular visión del arte japonés. La última década del siglo XIX vio florecer una sociedad industrializada y los artistas mostraron su rechazo proclamando una vuelta a la naturaleza. Ante el avance de la producción en masa de la máquina, se proclamó la defensa de la artesanía y de los procesos. El resultado fue uno de los periodos más fecundos de las artes decorativas.
El estudio de la zoología y la botánica gozo de una gran popularidad y las líneas fluidas de la naturaleza, insectos como libélulas y mariposas fueron plasmados en todo tipo de artículos. Un ejemplo son los vidrios generados por el taller de Emile Gallé. Esa visión del mundo que le rodea con una fuerte influencia del Japonismo es una de las mayores aportaciones estilísticas no solo al arte del vidrio, si no al desarrollo del estilo. El Art Nouveau, que logró superar los patrones del historicismo, buscaba estimular los sentidos con un erotismo contenido que se reflejó en una particular visión de la mujer a medio camino entre la realidad y la fantasía.
Representadas como hadas o ninfas de cabelleras ondulantes, sus siluetas inocentes decoran un sinfín de artículos, pero la mujer también se plasma como una femme fatale y personajes como Salomé, Judit o Salammbò fueron protagonistas de esta época.
En todos los países se incide en su carácter de nuevo, joven, libre y moderno; así en Alemania la palabra Jugend (juventud) dará nombre al estilo Jugendstil, la galería parisina de Samuel Bing, La Maison de l’Art Nouveau dará nombre a la corriente francesa o belga, mientras que en Italia se usará el término Stile Liberty. En España, el estilo se llamará Modernismo.
El art déco
El Art Déco fue un estilo que afectó a todas las facetas del diseño. El término se acuñó en los años 60 del siglo XX pasado, refiriéndose al arte generado en el periodo de entreguerras. Vivió su momento de mayor esplendor en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París de 1925 aunque su influencia ha llegado incluso hasta nuestros días.
Frente a la línea curva y la sinuosidad del Art Nouveau, en el Art Déco se impone la línea recta y los volúmenes geométricos.
Es un estilo ecléctico que surge de la suma de muchas tendencias. Entre las principales influencias del Art Déco hay que destacar el arte de las vanguardias, la mecanización y los descubrimientos arqueológicos del Antiguo Egipto o Mesopotamia.
El orientalismo idealizado basado en tópicos e ideas preconcebidas seguía atrayendo al público, que veía en las culturas lejanas un mundo de misterio y sensualidad donde cualquier fantasía era posible.
La pintura orientalista de finales del XIX y la traducción de Las mil y una noches nutrieron este gusto por lo lejano. Los Ballets Rusos fueron claves en el desarrollo del Art Déco, sus montajes fueron muy influyentes, Cleopatre, Le Dieu Bleu, Thamar o La tragedie de Salome impactaron a los diseños de la moda y la decoración. Por la calle, la gente comenzó a vestir con pantalones de harem y turbantes inspirados en los vestuarios de Lev Bakst y autores de criselefantinas como Demetre Chiparus o Paul Philippe reflejaron esa explosión de color y expresividad en un buen número de criselefantinas.
A diferencia de otros periodos artísticos, el Art Déco fue puramente decorativo. En sus trabajos, generalmente, los artistas no pretendían expresar sentimientos o emociones, sino crear objetos de diseño atractivo, equilibrados y que reflejasen el momento y la sociedad en que vivían. Esta época se caracterizó por su gran desarrollo tecnológico con los primeros rascacielos, aviones, submarinos o automóviles circulando por las calles. Todos estos avances se plasman en un estilo que refleja la velocidad, la máquina, la efusividad y la alegría de vivir.
Exposición actual: Fernando Botero llega a Salamanca de la mano de la Casa Lis
En la actualidad, desde el pasado mes de febrero, el Museo Art Nouveau y Art Déco – Casa Lis expone una destacada selección de pinturas, dibujos, acuarelas y esculturas del reconocido artista Fernando Botero.
La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, podrá visitarse en Salamanca hasta finales de mayo de 2024.
Otros premiados en ediciones anteriores del Premio de Castilla y León de las Artes
Los galardonados, cada año, hasta el momento han sido:
1984, Juan Manuel Díaz Caneja
1985, Baltasar Lobo y Antonio Baciero
1986, Cristóbal Halffter
1987, José Vela Zanetti
1988, Antonio Fernández Alba
1989, Francisco Regueiro
1990, Luis Sáez
1991, José Núñez Larraz
1992, Las Edades del Hombre
1993, Comunidad Benedictina de Santo Domingo de Silos
1994, Claudio Prieto
1995, José Sánchez-Carralero
1996, Antonio Giménez-Rico
1997, Esteban Vicente
1998, Modesto Ciruelos
1999, Dúo Frechilla Zuloaga
2000, Cristóbal Gabarrón
2001, Venancio Blanco
2002, José María García ‘Castilviejo’
2003, Ana Jiménez López
2004, Fernando Urdiales
2005, Amancio Prada
2006, José María Mezquita Gullón
2007, José María González Cuasante
2008, Ángel Mateos Bernal
2009, Santiago Martín Sánchez ‘El Viti’
2010, Enrique Seco San Esteban
2011, Alberto Bañuelos Fournier
2012, Jesús López Cobos
2013, Concha Velasco y Lola Herrera
2014, Amaya Arzuaga Navarro
2015, Águeda de la Pisa Prieto de la Cal
2016, Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI)
2018, el Museo Nacional de Escultura
2020, José Luis Alonso Coomonte
2021, Museo Casa Botines Gaudí
2022, Luis Moro.
Galardonados con el Premio Castilla y León de la Restauración y Conservación del Patrimonio (período 2001-2014)
En el periodo comprendido entre 2001 y 2014 se concedió el Premio Castilla y León de la Restauración y Conservación del Patrimonio, cuyo objeto quedó subsumido en el Premio de las Artes a partir de 2015. Los premiados en esta desaparecida modalidad fueron:
2001, Luis del Olmo
2002, Sebastián Battaner Arias
2003, Carlos Elorza Guinea
2004, Fundación Santa María la Real
2005, Carlos Muñoz de Pablos
2006, José Javier Rivera Blanco
2007, Miguel Manzano Alonso
2008, Asociación Colección de Arte Contemporáneo
2009, Concepción Casado Lobato
2010, Eloísa García de Wattenberg
2011, Enrique Baquedano Pérez
2012, Germán Delibes de Castro
2013, Ángel Sancho Campo
2014, Ismael Fernández de la Cuesta